Nuestro hombre en la Habana (1958), Graham Greene

"Nuestro hombre en la Habana"

Our Man in Habana ) 1958

Graham Greene

Ed. Bruguera 1980, 255 pp. 


Libro escrito en ese momento histórico del paso de la dictadura de Batista (1952-1958) y el triunfo de la revolución cubana de Fidel Castrol en 1959. Sin olvidar la posterior crisis de los misiles de 1962. Teniendo en cuenta esa circunstancias no cabe más que aceptar el mérito de una cierta anticipación en el tiempo de todas esas especiales confluencias.

Jim Wormold es un británico de mediana edad residente en La Habana, Cuba, donde representa y vende aspiradoras estadounidenses desde hace años. Lo que gana es poco y más con una guapa hija de diecisiete años que no piensa más que en gastar. Jim tiene un carácter bonachón, con una dosis alta de cinismo. Su mujer lo dejó hace años y el malvive con cierta amargura en un lugar sin perspectivas.

El ambiente en La Habana y Cuba está degradado con alta pobreza y medios escasos. La dictadura del Batista se mal sostiene gracias a los militares y su represión, así como la ayuda estadounidense, pero todo está a punto de venirse abajo.

El servicio secreto está organizando una red de espionaje en el Caribe y después de haber investigado a Wormold deciden captarlo como "su hombre en la Habana". Al principio a Jim le parece disparatado, pero le pagarán muy bien y es una tentación demasiado grande permitirse ofrecerle algún futuro a su hija. Lo más complicado es crear una red de subagentes en la zona, pero su amigo el Dr. Hasselbacher le sugiere que se lo invente todo. Así lo hace y se va tejiendo una tela de araña de mentiras sobre esos agentes y posibles instalaciones militares en las montañas basadas en planos dibujados a partir de los motores de aspiradoras.

En Londres desconfían, pero mientras le envían todo un equipo de personal y maquinaria necesario.  Todo parece tan verosímil que incluso realidad y ficción empiezan a mezclarse y a complicarse.

Hay bastantes personajes secundarios interesantes, como el policía torturador Segura, que es un pretendiente de la hija que le sirve a Jim de enlace entre el mundo real y el ficticio, el Dr. Hasselbacher buen amigo, pero del otro lado, el dependiente, la secretaria que le es enviada de Londres, Beatrice, etc.

La historia termina en Londres de la manera más sorprendente, pero al mismo tiempo inevitable.

Está escrito en forma de burla de los servicios secretos y con cierto sentido de humor a pesar de que lo que se cuenta es bastante serio y trágico. Yo quizás este tono de burla y ligereza me ha resultado algo excesivo.

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